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1945, banda de guerra del Colegio San Felipe, archivo UE SFN |
Cada 21 de abril, y desde hace décadas, se realiza en Riobamba el Desfile Cívico, en el recorren por las
calles de la ciudad, principalmente, los estudiantes de nivel medio. La historia de las sociedades, dice el historiador
ecuatoriano Ángel Emilio Hidalgo, se
plasma en la cotidianidad, a partir de
expresiones de sociabilidad. El concepto clave para entender la vida cotidiana
es ritualidad, que es vista como el
conjunto de acciones, uso y prácticas dotadas de sentido, que los individuos
las realizan con frecuencia, dentro del marco de lo que se denomina
reproducción social.
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Banda de guerra del STAR atravesando la calloe 10 de Agosto. Archivo: UE STAR |
Parte importante de este ritual y
vida cotidiana son las conmemoraciones de las efemérides patrias, que de
acuerdo al español Mario Carretero,
ocupan un papel significativo en todos
los sistemas educativos iberoamericanos,
los mismos que contribuyen de manera decisiva en la construcción de la
identidad nacional, que la ser un
producto cultural es artificial y se sostiene sobre seres simbólicos
inventados, lo que nos recuerda a Benedict Anderson y sus “comunidades inventadas.” Para Olga Hoyos y Cristina del Barrio en el
campo del conocimiento social, el proceso
de construcción personal de la identidad nacional ilustra la génesis del
individuo como pensador político y contribuye
a comprender su conducta como ciudadano.
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1954, banda de guerra del Colegio Riobamba, archivo de Gonzalo Bonilla |
Las
celebraciones de las efemérides escolares, al contribuir con la creación de la
identidad nacional, tienen un carácter naturalizado en la mente de los alumnos docentes, lo que
a menudo impide que
puedan dejar de concebir su existencia. Un ritual que se repite anualmente en Riobamba es el desfile del 21 de abril, llamado
tradicionalmente Cívico – Militar; un componente de esta marcha abrileña son
las bandas rítmicas que comúnmente se las llaman de guerra.
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1949, banda de guerra del Colegio Santa Mariana de Jesús |
Las
bandas de guerra, relata una investigación de la Escuela del Comando y Estado Mayor de Bolivia, acompañan a los hombres de armas desde hace centurias.
Entre los egipcios, griegos, hunos y
otras etnias el cuerno se utilizó, como instrumento para dar órdenes de ataque,
aunque se puede considerar a la tuba romana (especie de trompa metálica) como
el verdadero antecesor de los actuales instrumentos de banda; los romanos
poseían un código de cuarenta y tres toques militares que se ejecutaban con
este instrumento, con lo que llegamos al segundo propósito de los instrumentos
militares: la transmisión de órdenes.
Años después hizo su aparición el otro instrumento
clásico: el tambor; no obstante, la intención de producir sonidos, no solamente
con el aliento, es más antigua que el tambor. Una vez perfeccionados los
tambores o timbales, su sonido, junto al de los instrumentos de viento, hizo
aparecer un tercer elemento en el campo de batalla: el ritmo, ya que con su
cadencia las tropas se desplazaban a través del combate, tal como ahora lo
hacen en tiempo de paz, en desfiles y paradas militares.
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1970, banda de guerra del Colegio Maldonado, archivo Jorge Viteri C. |
Según la Escuela
de Comando y Estado Mayor de Bolivia, estas bandas, compuestas es sus inicios
únicamente por los instrumentos de percusión, fueron ampliándose poco a poco
con la incorporación de nuevos instrumentos; en 1762, las nuevas bandas
militares francesas incluían dos clarinetes, cifra que para 1810 había
aumentado a diecinueve y poco después hacía su aparición los sacabuches
(antecesores de los actuales trombones).
La música militar se consolidó a
partir de entonces, como elemento clave, en el campo de batalla, bajo sus
marciales notas marcharon y combatieron los ejércitos de Napoleón, las tropas
norteamericanas durante la Guerra de Secesión.
Las
bandas de guerra en los desfiles de Riobamba, que hasta la década de los 60
se realizaban el 21 de abril y el 11 de
noviembre, fueron evolucionando. A través de una serie de fotografías podemos
observar que en la década de los años 40 del siglo XX los integrantes de las mismas no pasaban de 10 personas y estaban
formadas por tambores y cornetas, acompañados de un cachiporrero; después se integraron otros instrumentos como: el bombo, los
platillos, los flautines, las liras.
La mayoría de estas bandas siempre han interpretado,
y aún lo siguen haciendo, marchas militares.
El ex Ministro de
Educación Raúl Vallejo mediante Acuerdo No 166 del 2007, en el artículo 4 dispuso la transformación de
las “Bandas de Guerra” en “Bandas de Música Estudiantiles”, “según lo dispuesto
en el acuerdo ministerial N.- 2036, de 30 de julio del 2002, con enfoque de
integración, formación y civismo, que posibilite la práctica y reflexión de
valores cívicos y ciudadanos. Así mismo que se innoven los repertorios
musicales con canciones propias del país y de Latinoamérica, de tal manera que
se propenda a una cultura de recuperación de la identidad nacional y regional.”
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Ca. 1960 honores de la banda de guerra del Colegio San Felipe. Archivo: UE |
Las
bandas de guerra de los colegios tradicionales de Riobamba, que en sus inicios fueron
de varones, al entrar en el proceso de
coeducación mantuvieron a las bandas solo con hombres. Sin embargo, el Instituto Tecnológico Carlos Cisneros, la Unidad Educativa Santo Tomás
Apóstol, la Unidad Educativa San Felipe Neri, permitieron el ingreso de
mujeres a sus respectivas bandas. .
Este
tipo de decisiones y cambios han traído los reclamos y protestas, sobre todo de
ex – alumnos, que argumentando, sin fundamento, que más importe que la
integración de las señoritas a las bandas es la tradición, se oponen a esta
nueva visión y acción de las bandas.
Quedan
algunos aspectos que deberán ser analizados como las marchas que interpretan estas
bandas, que aún siguen siendo militares; el desfile del 21 de abril es aún
monótono y repetitivo. Este ritual es
algo que debería cambiar; no solo se viven de las tradiciones.
ARCHIVOS:
-
Unidad Educativa “San Felipe Neri”
Riobamba (UESFN)
-
Unidad Educativa Santo Tomás
Apóstol Riobamba (UESTAR)
-
Doctor Gonzalo Bonilla
-
Licenciado Jorge Enrique Viteri C.